Trescientos veintidós metros de altura embisten a la llamada Torre Energética. Su nombre oficial es Burj al-Taqa y es un altísimo edificio sostenible que ha sido construido en la región del Golfo. Allí dentro hay espacio para un centro comercial, oficinas, viviendas y hasta un hotel.
Este proyecto nació en Alemania, cuando los arquitectos Gerber pensaron en crear una torre autosuficiente diseñada en dos niveles. Claro, las construcciones sostenibles comienzan a ser una realidad en una Alemania en donde el 30% del consumo energético se destina exclusivamente a calentar espacios y generar agua caliente. Muy por el contrario, este proyecto propone un gran ahorro que en cifras sería equivalente al 60% de energía que consume un edificio tradicional.
El rascacielos está rodeado por un parasol giratorio de 4.000 metros cuadrados que sigue el movimiento del sol y aprovecha sus rayos, que caen directamente en los paneles fotovoltaicos que lo recubren. Asimismo, la zona comercial, situada en la parte inferior, está rodeada de células fotoeléctricas que suman unos 8.000 metros cuadrados más de energía solar.
El edificio se apoya en una impresionante “isla solar” que refresca el ambiente gracias a un conjunto de espejos curvados que captan los rayos solares y los utilizan para calentar agua. Este mismo proceso produce un desprendimiento de energía que a su vez ayuda a refrigerar la mole. Y para completar el esquema, unaturbina eólica ubicada en la punta de la torre genera aún más electricidad. En lo que hace a la iluminación, la fachada transparente facilita el acceso de luz natural mientras que un sistema especial de acristalamiento evita que el sol sobrecaliente el espacio interior. Aquéllas zonas en donde la luz natural no alcanza para iluminar, se valen de la ayuda de unos espejos heliostáticos que captan luz en la terraza y la conducen a través de un conducto.
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