En la arquitectura sostenible el proyecto de un sistema interactivo dinámico entre edificio y medioambiente gira en torno a dos principios fundamentales:
- minimización de los consumos energéticos, obtenida mediante argucias técnicas, como el empleo de una envoltura inteligente, de pantallas solares, de un buen aislamiento térmico, de intercambiadores de calor y de un cuidadoso empleo de la ventilación natural;
- estudio de una autonomía energética utilizando los recursos renovables de que disponemos: energía solar, geotérmica y eólica.
Los principios para una correcta proyectación según los principios de la arquitectura sostenible pueden
esquematizarse y sintetizarse de la siguiente forma:
1. Control del microclima
Permite el aprovechamiento pasivo de las aportaciones de la energía solar, la optimización de la iluminación y de la ventilación natural con un sensible ahorro energético y un elevado confort climático.
2. Ahorro energético
Factores importantes para el ahorro energético son la relación entre la superficie exterior, la volumetría y el aislamiento térmico de la envoltura. Un buen aislamiento comporta menos pérdidas de calor, así como el empleo de sistemas de alto rendimiento y de bajo consumo para la ventilación, la iluminación artificial y los equipos eléctricos.
3. Uso de fuentes de energía renovablesLa integración de tecnologías derivadas de fuentes de energía renovables (energía sol
ar, geotérmica, eólica) permiten la producción de agua caliente sanitaria mediante colectores solares, la producción de calor con calderas de alto rendimiento y bombas de calor y, finalmente, la producción de energía eléctrica con sistemas de cogeneración, paneles fotovoltaicos y generadores eólicos.
4. Uso de materiales sostenibles y reciclables
El uso de materiales certificados para la bioconstrucción, obtenidos de materias primas regeneradles y con procesos que necesitan poca energía, reduce sensiblemente los impactos ambientales. El uso de materiales reciclables prolonga la permanencia de las materias en los ciclos ecológicos y económicos y, como consecuencia, reduce el consumo de materias primas y la cantidad de los residuos. La creciente sensibilización de las empresas hacia estas temáticas ha ampliado la oferta de materiales con certificación biológica en el mercado.
5. Uso correcto del agua
El empleo racional del agua consiste en la utilización de dispositivos que reducen los consumos hídricos, además de en la utilización del agua de lluvia para todos los usos tecnológicos.
6. Proyectación de las zonas verdes
Una zona verde estrechamente conectada a los edificios desarrolla dos funciones bioclimáticas fundamentales: crear condiciones climáticas más favorables para los habitantes y contribuir a la reducción del sobrecalentamiento del medio urbano.
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