Un producto puede ser considerado ecológico si:
- está compuesto de materias primas naturales y provenientes de fuentes renovables.
- provoca un limitado impacto ambiental a lo largo de su ciclo de vida.
- es funcionalmente idóneo para su utilización.
- no es nocivo y contaminante durante las fases de producción, utilización y eliminación.
La sostenibilidad de un producto, bien se trate de un material o de un edificio, es valorada mediante un atento análisis de su "biografía", que analiza todas las fases del ciclo de vida (preproducción, producción, empleo y eliminación), según una metodología consolidada, reconocida y sometida.
La calidad ecológica de un producto se define en relación a la reducción de los efectos medioambientales asociados a todas las fases de su vida útil, en términos de consumo de energía y de recursos naturales y en términos de liberación ambiental (producción de residuos, desechos y emisiones contaminantes). Los "efectos medioambientales" atribuibles a las diversas fases del ciclo de vida de un producto son "medidos" para hacer inmediatamente inteligibles las "potencialidades" por un determinado impacto que contribuye a uno o más efectos sobre el medioambiente (ej. efecto sierra, disminución de la capa de ozono, acidificación, eutrofización, etc.). Paralelamente son examinados los aspectos relativos a la biología y a la física de la construcción según los criterios de la arquitectura bioecológica.
Una marca ecológica es, por tanto, una forma de garantía "regulada por normas" que caracteriza a la calidad bio-ecológica de un producto, certificando que ese producto posee todos los requisitos de compatibilidad ambiental, de no nocividad y de funcionalidad definidos en los reglamentos de referencia.Una marca de calidad constituye un elemento de claridad entre productores y usuarios, favorece progresivas mejores de la calidad ecológica de cada uno de los productos valorados y, más en general, de los productos que se utilizan para la construcción, permite a las empresas productoras evidenciar su compromiso tecnológico y ecológico y a los consumidores reconocer los productos de calidad.
Los requisitos prestacionales de los materiales y de los productos son después verificados y evaluados dentro de un sistema más complejo representado por todo el organismo de construcción y, por tanto, junto a las certificaciones de producto se están desarrollando procedimientos de valoración y certificación del edificio. En los últimos diez años ha sido llevada a cabo a nivel internacional una intensa actividad de investigación dirigida al desarrollo de sistemas de certificación energética medioambiental para la valoración de la calidad ecológica de los edificios.
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